¿Qué es un aborto?
Un aborto es una gestación que se interrumpe cuando el nuevo ser que está creciendo en tu vientre, por su grado de desarrollo, ni en las condiciones óptimas podría sobrevivir fuera; esto es, cuando pesa menos de 500g o tiene menos de 22 semanas. Los recién nacidos de menos de 22 semanas suelen sobrevivir unos minutos nada más y a las 22 semanas en muy raros casos sobreviven pero con grandes problemas. Cuando la gestación se pierde más tarde de las 22 semanas se llama muerte fetal y el tratamiento es diferente. Lo trataremos en otro número en Tu Bebé
¿Qué es una amenaza de aborto?
Una amenaza de aborto es un sangrado en el embarazo antes de cumplir 22 semanas.
¿Cuál es el tratamiento de una amenaza de aborto?
En general, no hay tratamiento eficaz; tradicionalmente se recomienda el reposo pero es cuestionado que tenga un beneficio. Quizá la parte más importante de este reposo es la emocional. Se han realizado estudios con ovejas en los que se confirmaba que perdían más los embarazos si eran perseguidas por perros; y estudios con roedores en los que se confirmaba que perdían más los embarazos cuando se les separaba de sus parejas y se les exponía a machos desconocidos. Posiblemente el estrés sea una causa importante de pérdidas de embarazos recientes. Pero no hay que alarmarse: el 95% de las gestaciones con actividad cardiaca fetal y sangrado vaginal entre las 7 y las 11 semanas van a evolucionar bien; mejor cuanto mayor es la edad gestacional.
¿Cuál es el seguimiento de una amenaza de aborto?
Ante una amenaza de aborto es recomendable realizar una ecografía vaginal, en la que puede encontrarse algo de lo siguiente.
1. En la ecografía se puede observar un embrión normal con su latido cardiaco y con su placenta. En ese caso, no suele ser necesario ningún seguimiento más.
2. En la ecografía se puede apreciar un acúmulo de sangre detrás de la placenta: se llama hematoma retrocorial. Muchos ginecólogos encuentran conveniente seguir realizando ecografías cada cierto número de días para conocer la evolución de ese hematoma; aunque conocer un desenlace negativo en este caso no sirve para evitarlo, una vez que conoces la existencia del hematoma, posiblemente sea más tranquilizador para ti hacer este seguimiento.
3. En la ecografía puede no encontrarse latido cardiaco fetal pero el embrión es aún pequeño o no se ve. En este caso es necesario repetir la ecografía en una semana o dos. El retraso en el diagnóstico no causa ningun problema y, en cambio, si esperamos, estaremos más seguros del diagnositco. Si a la semana la imagen no evoluciona, se confirma el aborto. Si hay latido del corazón se debe hacer reposo y no suele ser necesario más seguimiento. Y si la imagen evoluciona pero no hay latido es necesario seguir investigando para estar seguros de que no se trata de una gestación fuera del útero, que requeriría un tratamiento especial.
4. En la ecografía puede no encontrarse latido cardiaco fetal con un embrión de tamaño de 11 semanas. En ese caso se diagnostica un aborto.
5. La principal dificultad para el diagnóstico se plantea cuando existe una prueba de embarazo positiva y no es posible localizar la gestación por ecografía. En estos casos se debe cuantificar el nivel en sangre de la hormona β-hCG.
¿Qué es un huevo huero?
Es una gestación en la que se ha formado la bolsa gestacional, pero no se ha formado el embrión. En realidad suele tratarse de un embrión que ha dejado de vivir cuando aún tiene un tamaño menor de un milímetro.
¿Cuál es el tratamiento de un huevo huero?
Un huevo huero habitualmente se expulsa espontáneamente sin más síntomas que los de una regla, por lo que una posibilidad es simplemente esperar. Si una mujer prefiere terminar también se puede aplicar el tratamiento farmacológico o el tratamiento quirúrgigo de los abortos (ver más abajo).
¿Qué es un aborto bioquímico?
Es el aborto que ocurre tan pronto que los síntomas son indistinguibles de una regla que se ha retrasado como mucho dos semanas. Se llama bioquímico porque sin el test de embarazo “bioquímico” no se detectaría. Médicamente se conoce por el nombre de “aborto preimplantacional” porque ocurre antes de que el huevo fecundado se implante en el útero.
¿Cuál es el tratamiento de un aborto bioquímico?
Los abortos bioquímicos no necesitan ningún tratamiento ni seguimiento.
¿Qué es un aborto tardío?
Es el caso contrario: el aborto que se produce cuando estás de más de 14 semanas (y menos de 22). Un aborto tardío es, por tanto, el aborto que sucede en el segundo trimestre; el 85% de los abortos suceden en el primer trimestre.
¿Qué es un aborto espontáneo?
Espontáneo es el aborto que sucede sin buscarlo. Lo contrario es el aborto provocado o interrupción voluntaria del embarazo.
¿Qué es un aborto provocado?
Desde el año 2010, la ley en España permite a cualquier mujer mayor de 16 años la decisión libre de abortar antes de las 14 semanas siempre que se haga en un centro médico. El aborto provocado de más de 14 semanas sólo está permitido en caso de riesgo grave para la madre o enfermedad incurable del feto. A partir de la semana 22, solo podrá interrumpirse el embarazo en el supuesto de que en el feto «se detecten anomalías incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave e incurable».
¿Cuáles son los síntomas de un aborto?
El síntoma típico es la expulsión de sangre o coágulos. El proceso puede durar unas horas o varios días. Puede acompañarse de vómitos y diarrea. De forma natural, el proceso termina cuando se expulsa la bolsa con el embrión y la placenta. Si el aborto es de menos de 13 semanas, esta bolsa suele salir íntegra. Si el aborto es ya de 14 semanas o más los síntomas suelen ser más intensos y puede haber contracciones similares a las de parto; puede expulsarse un embrión y quedarse retenida la placenta lo cual ocasionaría una persistencia de los síntomas y el sangrado podría dar lugar a situaciones graves. En todo aborto de más de 6 semanas debe haber una asistencia médica.
Hoy, a menudo, un aborto se detecta sin síntomas en una ecografía de rutina en la que no se aprecia el latido el corazón del embrión o en una analítica realizada por ecografía dudosa en la que se aprecia una discrepancia entre el valor de la hormona beta-HCG y el esperado para la edad gestacional.
¿Cuáles son las causas de un aborto?
La mayoría de los abortos ocurren en el primer trimestre y la causa principal suelen ser anomalías de los cromosomas (más de la mitad de los casos). La mayoría de estas anomalías ocurren por azar y no hay nada que los padres pudieran hacer para evitarlo. En algunos casos (los menos) estas anomalías cromosómicas son hereditarias. El estudio para buscar tales anomalias genéticas herediarias se reserva para parejas que sufren abortos repetidamente o para parejas en cuyas familias existen malformaciones congénitas. La edad de la madre es un factor que aumenta la probabilidad de aborto; en concreto (estaría bien poner esta estadística en forma de gráfico de barras):
● una mujer de 22 años tiene un riesgo global de perder un embarazo de un 11%
● una mujer de 27 años tiene un riesgo global de un 12%
● una mujer de 32 años tiene un riesgo de 15%
● una mujer de 37 años, 25%
● una mujer de 42 años, 51%
● una mujer de 47 años, 93%
También son factores de riesgo algunos trastornos como el síndrome de ovarios poliquísticos, la diabetes o las alteraciones tiroideas; el correcto control médico de estas enfermedades elimina el riesgo. Y también aumentan el riesgo el consumo de tabaco, café o cocaína. Curiosamente, el tener naúseas o vómitos del embarazo parece ser un factor protector con respecto a la probabilidad de abortos. En cuanto a deportes, el mejor a practicar si se quiere mantener un embarazo, es la natación.
TRATAMIENTO DE UN ABORTO
Si eres Rh negativo, en cuanto se detecta que el embrión ha muerto, lo antes posible se te deben administrar anticuerpos anti-Rh para evitar que en embarazos posteriores pueda haber problemas de rechazo.
Tratamiento del aborto completo
Si el aborto es completo, no hace falta ningún tipo de tratamiento adicional, pero es fundamental tener la certeza de que no se trata de un embarazo fuera del útero. El aborto completo es aquel en que se ha producido la expulsión completa del embrión. Se manifiesta por la desaparición del dolor y del sangrado. El diagnóstico se realiza mediante ecografía, confirmando que el contenido del útero es menor de 1 centímetro y medio de epesor; pero si hay dudas con respecto a la posibilidad de que se trate de un embarazo fuera del útero, entonces es necesario hacer una analítica cada dos días para seguir la evolución de la hormona beta-HCG (la misma hormona que se usa para los test de embarazo): se piensa en un embarazo fuera del útero cuando por ecografía el útero se ve vacío y el nivel de beta-hCG es mayor de 1800 miliunidades por mililitro.
Tratamiento del aborto cuando no es completo
El tratamiento de un aborto no completo puede ser quirúrgico, farmacológico o expectante.
1. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
El procedimiento quirúrgico para el aborto es el siguiente. En embarazos de más de 10 semanas, se suele comenzar con la administración en tu vagina o por vía oral de uno o dos comprimidos de un medicamento de la familia de las prostaglandinas. Esto se hace unas horas antes de la entrada en el quirófano y tiene la finalidad de conseguir que se ablande el cuello del útero; no es imprescindible pero ayuda a que el resto del procedimiento sea más fácil. Una vez en el quirófano, la ginecóloga tracciona del cuello del útero con una pinza y se introducen dilatadores, que son cilindros de metal de grosor progresivamente ascendente, comenzando por pocos milímetros y aumentando hasta unos 6 a 10 mm, dependiendo del tamaño del embrión. A continuación, se realiza la extracción del contenido del útero, que puede ser, o bien introduciendo una cánula conectada a un aspirador, lo cual se prefiere si el desarrollo del embrión es entre 7 y 12 semanas, o bien introduciendo pinzas dentro del útero, lo cual se prefiere cuando el desarrollo del embrión es mayor de 12 semanas. La analgesia suele ser local si el método es aspiración, pero suele ser sedación intravenosa si se van a emplear pinzas y otros instrumentos.
Situaciones en que se prefiere el tratamiento quirúrgico
Hasta hace poco tiempo la mayoría de mujeres con aborto espontáneo recibían tratamiento quirúrgico porque se asumía que el tejido retenido aumentaba el riesgo de infección y el riesgo de hemorragia. Hoy hay estudios que muestran que estas complicaciones afectan a una proporción muy pequeña de mujeres de las que abortan y por ello el tratamiento quirúrgico queda relegado a circunstancias específicas, tales como hemorragia intensa y persistente, inestabilidad hemodinámica, tejidos infectados, o sospecha de enfermedad trofoblástica gestacional. La primera de tales circunstancias es que la mujer prefiera esta opción.
Beneficios del tratamiento quirúrgico
● la posibilidad de programarlo
● que el procedimiento se completa en un periodo más corto de tiempo
● que la expulsión de los restos abortivos ocurre siempre en un centro sanitario
● las anteriores beneficios pueden disminuir la ansiedad para los padres
● que la tasa de éxito es cercana al 99%
● que permite realizar un estudio anatomopatológico de los restos, lo cual es recomendable cuando existan dudas de diagnóstico (por ejemplo, para descartar un embarazo ectópico o una enfermedad trofoblástica).
2. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
El medicamento que se emplea habitualmente es una prostaglandina de la cual el médico prescribirá la pauta de administración, que podrá ser, por ejemplo, cuatro comprimidos aplicados de uno en uno cada cuatro horas por vía vaginal durante 12 horas. Tras la administración de este medicamento suele aparecer dolor abdominal y sangrado similar a una menstruación pero más prolongados. Este sangrado ocurre durante un promedio de 9 días. Si el sangrado es muy intenso o muy prolongado hay que recurrir al tratamiento quirúrgico, como también si existen signos de infección o si en la ecografía tras la expulsión quedaran restos de más de 15 milímetros de espesor, aunque en este último caso, otra opción es repetir el tratamiento farmacológico y esperar cuatro días más. Como efecto secundario del medicamento, pueden aparecer fiebre transitoria, nauseas, vómitos y diarrea. En todas las mujeres que se someten al tratamiento farmacológico, es importante confirmar en la ecografía de seguimiento que el aborto ha sido completo.
Situaciones en que se suele preferir el tratamiento farmacológico
● si la mujer desea evitar una intervención quirúrgica
● con pocas semanas de embarazo, pues es más eficaz
● en mujeres obesas, pues evita las complicaciones quirúrgicas derivadas de la obesidad
● ante la presencia de malformaciones, miomas uterinos o intervenciones a nivel del cérvix uterino que dificulten el tratamiento quirúrgico.
Contraindicaciones
Existen una serie de situaciones en las que no se puede aplicar el tratamiento farmacológico, como por ejemplo anemia grave, alteraciones de la coagulación o asma severa
3. TRATAMIENTO EXPECTANTE
El tratamiento expectante consiste en esperar el desenlace que la naturaleza tiene previsto. Es una opción razonable para las personas que lo prefieran siempre que no existan signos de infección o excesivo dolor o sangrado. Se han realizado pocos estudios científicos para comparar el tratamiento expectante con el quirúrgico, y por ahora los datos apuntan a que los niveles de éxito son equiparables, si bien, segun la Sociedad Española de Ginecologia y Obstetricia, existe mayor riesgo de hemorragia, de aborto incompleto y de necesitar recurrir a la extracción quirúrgica.
Abordaje emocional del aborto
Para muchas mujeres o parejas la recuperación tras un aborto es rápida pero no siempre es así. Más o menos a los tres meses siguen afectadas una de cada 4 mujeres que han abortado y al año una de cada 10. Es importante que las personas cercanas a alguien que ha sufrido un aborto sepan estar abiertas a las diferentes expresiones de sentimientos sin evitar el tema y, por otro lado, sin juzgar. Uno de los errores más habituales es evitar hablar de ello, lo cual puede conducir a una sensación de aislamiento. Otra tendencia a menudo perjudicial es minimizar el proceso ante los afectados: lo mejor si se está acompañando a alguien que ha sufrido un aborto es respetar que sea la propia persona quien asigne cómo de importante es ese evento para ella. Quien lo ha sufrido puede necesitar acompañamiento sin más. Según muchos psicólogos es recomendable que los padres que han sufrido un aborto realicen algún tipo de ritual de despedida si ellos lo creen necesario.
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