miércoles, 22 de enero de 2020

Descolonizando la política de las mujeres afrodescendientes en América Latina a partir de las perspectivas teóricas de María Lugones y Aníbal Quijano a través del activismo.


Aníbal Quijano uno de los principales representantes del estudio de la colonialidad, de origen peruano y perspectiva marxista, a través de las clasificaciones sociales explica, como bajo las normas de la modernidad eurocéntrica más allá de la relación explotador/ proletario, es la raza un eje central de dominación, este llamado “colonialidad del poder” dentro del sistema capitalista eurocéntrico. En este sentido, la racializacion del marxismo en Quijano es de gran importancia debido al contexto histórico social de América Latina. Mismo que lo convirtió en opositor del marxismo clásico y un argumentador de que la raza e s el criterio de la clasificación social de la población mundial.


Por otro lado, María Lugones de nacionalidad Argentina, se centra en asuntos de racismo relacionado con el género, en el cual se basa en el concepto “colonialidad del poder” de Aníbal Quijano, sin embargo, hace una crítica en algunos aspectos de la teoría decolonial que desarrolla. Entre ellas las intersecciones entre raza, clase, género y sexualidad que discute también son angulares dentro del sistema, por tanto, se centra en las mujeres no-blancas que dice terminan siendo víctimas de la colonialidad del poder y de género.


En este sentido, a través de un libro corto llamado: “La agenda del activismo político de las mujeres afrodescendientes en América Latina” y algunas paginas de redes sociales, se hará un breve análisis donde se evidencie como la mujer afrodescendiente genera otra forma de hacer política de manera que las interacciones entre raza/genero y sexualidad converjan en la actualidad. 


Como primer punto se retomará a Quijano en diferentes épocas, la primera es donde cuestiona el modo de producción de conocimiento de los principales centros hegemónicos en el siglo XVII. Descartes y Spinoza en Holanda, Locke y Newton en Inglaterra, mismos que se formaron con base a las necesidades de producir una única racionalidad valida. En el siglo XVII, el Iluminismo de Europa fue el preámbulo de este patrón de poder, época donde el concepto de humanidad es interpretado de forma colonial/moderna/eurocéntrica, donde inferior-superior, irracional-racional, primitivo-civilizado, tradicional-moderno fue parte de las clasificaciones sociales verisímiles.


Posteriormente en el siglo XIX, reinterpretando la perspectiva de totalidad en el capitalismo, el Estado-Nación es el que remplaza y toma terreno como un ente valido de conocimiento. Ya en la Segunda Guerra Mundial, se denominan dos tipos de áreas, es decir áreas dominadas y dependientes del sistema capitalista. Raúl Prebish piensa al capitalismo como una totalidad, pero dividida en centro/periferia y Wallerstein retoma la visión marxista del capitalismo, es por eso por lo que surge una nueva idea de la totalidad histórico social y se convierte en una racionalidad no eurocéntrica. 


Así pues, Quijano define poder, como un espacio donde convergen los términos; explotación/dominación y conflicto. Mismos que luchan por el control de cinco aspectos fundamentales tales como: 1)el trabajo y sus productos, 2)“naturaleza” y sus productos, 3)sexo y sus productos en conjunto con la reproducción de la especie, 4)subjetividad y sus productos materiales e intersubjetivos, adjuntando el conocimiento y 5)autoridad y sus instrumentos de coerción. 


Ahora pues, una vez interpretados los aspectos fundamentales de control y definir la autoridad como poder en el liberalismo y en el marxismo la lucha de clases como forma de liberarse de esa explotación dominante capitalista, se hablará del siglo XX. Donde el liberalismo pasa ser remplazado por el neoliberalismo según Quijano, donde el estructural funcionalismos es retomado, pero al mismo tiempo el materialismo histórico se sigue analizando de forma que explica como las relaciones sociales se convierten en relaciones de producción a partir del trabajo y sus productos.


En este sentido, sabiendo que las relaciones de poder se dan a través del trabajo en el sistema eurocéntrico da a significar esto como si los elementos fuesen de una historicidad totalmente en común y los/las que componen dicho sistema carecen de esta, dando oportunidad nula de explicar diferentes existencias.


Así pues, cuando la producción del sujeto colectivo se interpreta en las corrientes posmodernas como sujeto histórico, el cual se inclinan hacia una herencia hegeliana donde se define al sujeto como metafísico, niega al “conjunto de estas gentes”. Las luchas colectivas de trabajadores, identidades nacionales y/o étnicas y religiosas se convierten en un proceso de subjetivación las cuales son discontinuas en tiempo y espacio, sin embargo, le dan sentido a la dialéctica explotación/dominación las cuales se convierten en la definición de clasificación social.


Sin embargo, de acuerdo con Quijano, se ignora que, desde hace quinientos años, en América Latina otras identidades se reúnen y surgen en torno a la clasificación de “raza”. De esta manera, explica el poder del capitalismo mundial a partir de tres vertientes, es decir el trabajo, la raza y el género. Nombrando al trabajo como clasificación social, a la raza y genero como fuente de dominación. Se resume entonces que el capitalismo a través de la explotación de los trabajadores en sus mecanismos de dominación, recaen la raza y el genero en las cuales se genera la colonialidad del poder mismo que será explicado a continuación.


Se entiende a la colonialidad del poder primeramente en función de la llamada clasificación social, la cual el sexo (biológicamente diferenciado), edad, fuerza de trabajo forman parte de esas clasificaciones en América Latina, estas forman parte de las relaciones de poder en el sistema moderno eurocentrado. Sin embargo, la categoría género, (que posteriormente será discutida en contraparte con María Lugones), se entiende solo a partir del sexo y el de raza a partir del fenotipo mismo donde existen diferencias de estos.


Por esto, las nuevas formas de clasificación social surgen a partir de la racializacion y se explican en conjunto a la colonialidad del poder. Es por ello por lo que Quijano apuesta la suma importancia que tiene estudiar todas las derivaciones que implican en el mundo capitalista, en este caso en particular de la mujer afrodescendiente. 


Bajo esa misma línea, el autor propone algunas cuestiones que serian interesantes de analizar tales como: “I. Colonialidad de la clasificación social universal del mundo capitalista”, dentro de ella (1)Como la imposición de América colonial se generan categorías raciales y se divide en dominantes-europeos/dominados-no europeos. (2)Diferencias fenotípicas y la expresión externa que en ellas generan. (3) Color de piel como marca social. (3). Como los europeos/raza blanca se asumieron como superiores y racionales en la clasificación social.


“II. Colonialidad de la articulación política y geo-cultural” dentro de ella: (1)territorios de y organizaciones políticas.(2)-Estudio de las razas no blancas y su relación con la dependencia (periféricas).(3)- Como es se constituye el Estado-Nación a partir de los Estados Coloniales. (4)Como los países colonizados no han podido salir de la periferia colonial.


“IV. Dominación/explotación, colonial y corporeidad”, en este caso refiriéndose a dominación/explotación como relación de clase. Se discute la producción del género como idéntico al sexo(atributo biológico) y a la raza al color como un invento euro centrista y el autor se hace la siguiente pregunta “¿Por qué entonces ha llegado a ser tan presente en la sociedad “moderna”, tan profundamente introyectado en el imaginario mundial como si fuera realmente “natural” y material?”



Así pues, explica la corporalidad, como el nivel decisivo de las relaciones de poder, porque en el surge la explotación, el trabajo, castigo, represión y/o tortura. En el caso de las relaciones de “Género” solo se trata del cuerpo y en el de “Raza implica que el cuerpo y color presupone el cuerpo. (¿y el de la mujer?)



Lo que Quijano define es que la destrucción de la colonialidad del poder es una salida, no solo para contrarrestar el racismo sino quitar la piedra angular del sistema capitalista moderno eurocentrado y pensar y repensar la corporeidad de forma que debíamos encontrar vías para su liberación, (lucha feminista), solo de esta forma se podrá devolver a las gentes: trabajo, sexo, subjetividad, autoridad es decir “La heterogeneidad histórico-estructural del poder. En este sentido la raza junto con el género según Quijano se convierte como parte de la nueva agenda política, cabe destacar que durante las clases revisadas es el primer autor/hombre el que menciona el concepto de género, aunque de forma superflua y rápida.


En este sentido y a partir del análisis de Quijano se generan las siguientes preguntas:


1. La categoría género, se entiende solo a partir del sexo y el de raza a partir del fenotipo mismo donde existen diferencias de estos. ¿Qué hay de la intersección raza/genero?


Explica el término de la colonialidad del poder introducido por Aníbal Quijano y crítica a los feminismos hegemónicos por olvidar la intersección entre raza, clase y género. Por la indiferencia de los hombres que fueron víctimas de la dominación racial, es decir que hombres no- blancos y mujeres no-blancas pasaron a un estrato social inferior, junto a la mujer blanca burguesa que fueron dominados por hombres blancos burgueses. En este sentido, la mujer no blanca se entiende por mujeres africanas, afrodescendientes, indígenas.


María Lugones analiza dos marcos teóricos y a partir de ellos crea sus propios conceptos, el primer marco es la “INTERSECCIONALIDAD” que es la separación de conceptos es decir la separación que se hace de raza y género a partir de la colonización, que es lo que realiza Aníbal Quijano al separar los conceptos. Así pues, hablar de raza, implica hablar del hombre negro, si se habla de genero solamente de la mujer blanca. Así pues, está interseccionalidad no da pie a que se visibilice a las mujeres colonizada, por ende, se entiende a la interseccionalidad como la exclusión de la historia y las prácticas de las mujeres colonizadas o no-blancas.


La “colonialidad del poder”, esté concepto o marco de análisis no alcanza para analizar a las mujeres. Este hace un análisis de raza y género, pero en términos estructurales demasiados amplios, plantea que “raza” es una construcción social que se dio a partir del sistema colonial. El concepto de poder lo toma como una serie de relaciones de dominación, explotación y conflicto, como anteriormente se explicó este tiene control sobre cinco ejes. 


En el caso de sexo y que lleva implícito el género, lo toma de una lucha de control por el acceso sexual, es decir que no deja de reproducir las lógicas patriarcales y heterosexuales y toma al sexo con una lucha de propiedad del género masculinos por el femenino, ello oculta que las mujeres no blancas fueron subordinadas. A partir de la reflexión que hace sobre la interseccionalidad y colonialidad del poder, María Lugones crea un concepto que llama “sistema moderno colonial de género”


De ello resalta conceptos como intersexualidad, y explica como después o durante el colonialismo el sexo biológico se construyó socialmente, problematiza el concepto de la heterosexualidad, teniendo como fundamento las sociedades Yorubas (africanas), tribus indígenas americanas. Donde se percibían más de dos sexos, aquí el modo binario representa un gran proceso de transformación de estas sociedades, es decir inferior/superior, hombre/mujer. Y en está heterosexualidad se encierran estos dos géneros.


Lugones cita a una mujer que se centra en estudios decoloniales, es africana ,se llama Oyéronké Oyewùmi diciendo que:


“Nos ha enseñado que el sistema opresivo de género que fue impuesto en la sociedad Yoruba llegó a transformar mucho más que la organización de la reproducción. Su argumento nos muestra que el alcance del sistema de género impuesto a través del colonialismo abarca la subordinación de las hembras en todos los aspectos de la vida.”


Es decir, que toma la categoría de género como una herramienta del poder que a través de esta forma binaria de existir se toma control sobre las mujeres. Como bien lo afirman estás mujeres, se entiende que surge un cambio de papel de la mujer en el sistema moderno colonial de género. 


Lugones menciona:


“Creo que es importante que veamos, mientras intentamos entender la profundidad y la fuerza de la violencia en la producción tanto del lado oculto/oscuro como del lado visible/claro del sistema de género moderno/colonial, que esta heterosexualidad ha sido coherente y duraderamente perversa, violenta, degradante, y ha convertido a la gente ‘no blanca’ en animales y a las mujeres blancas en reproductoras de La Raza (blanca) y de La Clase (burguesa). […]


Parafraseándola ahora, nos muestra que durante, el desarrollo del feminismo del siglo XX, tampoco se hicieron explicitas las conexiones entre raza, clase, heterosexualidad. Este feminismo solamente enfocó su lucha y sus formas de conocer y teorizar en torno a una idea hegemónicas de lo que es ser mujer a partir de la mujer burguesa, dando características como debilidad, tanto en el aspecto corporal como en el intelectual, fueron recluidas al espacio privado y como sexualmente pasivas. Esto por tanto excluye a las mujeres colonizadas. 


2. La corporalidad, como el nivel decisivo de las relaciones de poder, porque en el surge la explotación, el trabajo, castigo, represión y/o tortura. En el caso de las relaciones de “Género” solo se trata del cuerpo y en el de “Raza implica que el cuerpo y color presupone el cuerpo”. ¿y el de la mujer afrodescendientes?


En este sentido, y a partir de un pequeño libro llamado “La agenda del activismo político de las mujeres afrodescendientes en América Latina” a partir de entrevistas a 15 organizaciones de diferentes países entre estos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana y Uruguay, estos trabajan casi a partir del siglo XXI.


Nombre
País
Año de constitución
Grupo/tema
Principales actividades
Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la diáspora (coord. subregión andina.
Bolivia
1992
Mujeres afrodescendientes
Espacio de articulación, participación e incidencia política y social; empoderamiento
Quilombo do Rosa
Brasil
2011
Mujeres afrodescendientes
Empoderamiento de las mujeres afrodescendientes y formación
Colectiva mujeres
Uruguay
2009
Mujeres
Empoderamiento de las mujeres, con especial énfasis en las afrodescendientes: talleres, formación, campañas.

Hecho por: La agenda del activismo político de las mujeres afrodescendientes en América Latina


Se cuestiona los principales problemas de las mujeres afrodescendientes, mismos que despiertan en ellas la necesidad de hacerse activas políticamente, con la principal convicción de empoderarse en la cual buscan erradicar el machismo, sexismo y cultura patriarcal en conjunto con los estereotipos que relacionan a la mujer afrodescendiente. La relación de su cuerpo como ente de deseo es un ejemplo, la convierte en una mujer “hipersexualizada”. Así pues, el cuerpo de la mujer afrodescendiente se ve violentado y la salida pertinente es apropiarse de el y con ello tener una lucha constante por reinterpretar su condición de raza/ genero y sexualidad. Se sintetiza pues que las relaciones de poder, también se ejercen en los cuerpos de las mujeres colonizadas, de una forma tan distinta que el autor no menciona. 


4.¿Se puede repensar el análisis de la política a partir de los movimientos de mujeres afrodescendientes?


Para responder, habría que exponer otra problemáticas según las entrevistas realizadas y esta, es la poca oportunidad política que tienen respecto a sus compañeros, tanto en el acenso de cargos y en el activismo. Por tanto, se sufre una doble invisibilización a nivel político.


Citando lo que en una página FB: Presencia Y Palabra: Mujeres Afroperuanas, a partir de la marcha del pasado 8 de marzo 2019 , publicaron adjunto a un álbum las siguiente descripción: 


“Este año volvimos a las calles, volvimos juntas hermanadas, cuidándonos y tejiendo nuestra resistencia, para seguir poniendo el cuerpo, las ideas, la música y las voces, para exigir que el Perú cumpla con el resguardo y justicia ante los actos que vivimos cotidianamente, reportando con certeza, con visibilidad étnica-racial, la violencia sostenida por más de quinientos siglos. (…)De nuestra parte, seguiremos construyendo desde nuestras historias cargadas de resistencia y luchas, que empezaron con aquellas esclavizadas que armaron las rutas y caminos por donde nuestras abuelas y madres nos enseñaron a andar y en las que nos hemos encontrado, contrayendo nuestras propias revoluciones, nuestro camino en el afrofeminismo, desde historias diversas pero articuladas en el mismo grito: “el feminismo será antirracista o no será.”


Por tanto, pienso que el surgimiento de la lucha de la mujer en América Latina, desde mi perspectiva da pie a que la política pueda pensarse de forma que a partir de pensar la colonialidad del poder desde una perspectiva de género encaminadas a liberar a la mujer no solo en el ámbito político, sino hasta intelectual.


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